Santa María d’Àneu
Pintura mural, siglo XI.
Guingueta d’Àneu. Lérida.
Encargo del Consell Comarcal del Pallars Sobirà.
Originales conservados en el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC).
De la decoración mural del antiguo convento visigótico -convertido en el siglo XI en monasterio benedictino- tan solo se han conservado parte de las pinturas del ábside central.
Atribuidas al Maestro de Pedret, son pinturas con intensa y abundante policromía. El tema central está dedicado a la Epifanía y Adoración de los Reyes Magos, aunque es la poderosa imágen de los serafines -con sus alas llenas de ojos- la que se ha constituido en icono del templo. También estan representadas otras escenas como las visiones de Isaías y Ezequiel.
Por su calidad plástica y su originalidad iconográfica, constituye uno de los conjuntos más importantes de pintura románica en Cataluña.
El Plan de Dinamización Turística del Consejo Comarcal del Pallars Sobirà, fue el escenario ideal para comprobar las ventajas conceptuales y económicas de un sistema de reproducción de obras de arte realizadas a partir de fotografía. La intención de dicho Plan era «recuperar» parte de las obras de arte repartidas en colecciones de medio mundo y «devolverlas» a su lugar de origen en forma de copias. Lo importante era que la fidelidad de las reproducciones aportasen la sensación que los originales provocaban en el visitante antes de su éxodo.
Santa María d´Àneu se convertía así, en auténtico banco de pruebas para el desarrollo de un sistema de reproducción de obras de arte inédito en el mundo.
El éxito del trabajo estuvo asegurado con la inestimable colaboración de la compañía Hewlett-Packard y el equipo técnico de su centro mundial de I+D en San Cugat.
HP intervino en la delicada gestión del color, en la calibración de sus máquinas impresoras de gran formato y en ciertos estudios relativos a la calidad de imagen, como el de la permanencia del color realizado en su centro de investigación en Palo Alto, EEUU.
Las imágenes de las pinturas de Santa María d´Àneu (y por ende el románico catalán) se han mostrado en medio mundo. La descripción de la nueva tecnología (y de los trabajos realizados) solo se podía explicar por el deseo de sus antiguos usuarios en renovar su presencia en los muros para los que habían sido creadas.
Jordi Calveras, del servicio fotográfico del Museu Nacional d´Art de Catalunya, fue el responsable de la toma de fotografías en gran formato necesarias para asegurar la calidad y definición que requería la copia.
Las transparencias fueron digitalizadas, montadas y escaladas a su tamaño original.
Después de las pruebas y correcciones de color, se imprimieron en Papelgel.
Montaje previo de fotografías
Para asegurar la completa reversibilidad del trabajo, se construyó una estructura igual a la superficie del muro original. Un ábside sobre el ábside original separado unos centímetros.
Un armazón metálico, con forma de media jaula, se forró con malla de acero para moldear los volúmenes. Ésta, a su vez, fue forrada de resina de poliéster armada con fibra de vidrio. El mortero se elaboró con arena de pizarra de la zona para que el aspecto de las lagunas que presentaban las pérdidas de capa pictórica coincidiesen con las del original. La superficie que ocuparían las imágenes se trabajó buscando la textura más adecuada, similar a las que presenta una pintura de esta naturaleza.
Las imágenes impresas en Papelgel fueron adaptadas a las formas y texturas.
Finalmente, se aplicó un barniz protector sobre la obra.
El resultado del trabajo fue recogido ampliamente por los medios de comunicación, tanto en prensa escrita como The National Geoghaphic, El Pais, La Vanguardia, El Periódico y 5 Días, entre otros; así como en los canales informativos de Tve2 y Tv3.