Horcajo de la Sierra
Retablo gótico, s.XV.
Horcajo de la Sierra. Madrid.
Retablo de Pedro Berruguete s.XVI.
Medidas: 7 x 4 m. aprox.
Original conservado en la Catedral de la Almudena, Madrid.
Encargo del Arzobispado de Madrid.
La Iglesia gótica de San Pedro in Cáthedra, consta de una sola nave con coro alto a los pies y ábside poligonal reforzado con contrafuertes en el exterior. Hasta mediados de 1950 poseyó en su interior un retablo gótico del siglo XVI que contenía diversas tablas flamencas, una imagen de San Pedro y una sepultura a sus pies. La obra, atribuida a Pedro Berruguete, se compone de dieciséis tablas, con escenas marianas y de la vida de San Gregorio. Actualmente, el retablo puede contemplarse en la Catedral de la Almudena de Madrid.
El montaje actual del retablo es diferente al que tuvo en origen. Para acomodarlo al espacio que ocupa en la Catedral de Madrid, el conjunto fue colocado de forma vertical.
La composición original en cambio, era horizontal y estaba adaptada a los muros del ábside, de planta octogonal.
Varias copias en B/N de fotografías de la época sirvieron para averiguar que el número de tablas conservadas no correspondía con las que había en origen, por lo que era necesaria una nueva composición.
Reproducción del retablo instalado en la iglesia de Horcajo de la Sierra
Las fotografías de detalle tomadas del original -en la Catedral de la Almudena- sirvieron de referencia para modelar los relieves, texturas y combamientos de las nuevas tablas de la reproducción. Las fotografías frontales en alta resolución de las pinturas transferidas, contenían toda la información del punteado que adornaba los fondos dorados y que se recrearon posteriormente.
detalle del modelado de las tablas
retirando Papelgel tras la transferencia
Dorado, estofado y punteado en las pinturas
Las pinturas originales se resolvieron -como otras de la época- mezclando diversos recursos plásticos, con el fin de embellecer y ennoblecer los motivos de inspiración religiosa. Fondos, nimbos, joyas, vestidos y otros elementos eran trabajados en relieve. Se aplicaban incisiones en forma de líneas radiales que ornaban cabezas, punteados que dibujaron motivos y decoraciones de la más prolija imaginación. Muchos de estos elementos se cubrían con láminas de oro.
Sobre algunas zonas de este minucioso trabajo se aplicaba color (temple) recreando encarnaduras, paisajes y escenas. El dorado respira en algunas zonas; en otras, se rascaba la capa de pintura para mostrar el oro aplicado en el fondo (técnica del estofado).
Papelgel es un material versátil que permite aplicar pintura metálica en el fondo de las imágenes. De este modo, los fondos dorados quedan totalmente integrados en la pintura. El color, las veladuras donde el oro respira, las zonas donde aparece el bol de la preparación, etc, presentan un aspecto armonioso y convincente.
aspecto de la superficie
detalle del dorado de fondo en la pintura
El marco
Debido a las grandes dimensiones del retablo y dado que el conjunto de elementos funcionaría como un solo objeto, se diseñó y construyó una estructura metálica adaptada tanto al espacio y geometria de los muros de la Iglesia, como a su nueva composición.
El modelo del nuevo marco fue el que presenta actualmente. Se realizaron calcos de todas las columnas, cenefas y demás elementos ornamentales. Se modelaron y tallaron. Con la ayuda de moldes se realizaron copias de los motivos repetidos. Finalmente, se aplicó dorado y montó en la estructura.
moldes silicona
copia de molduras
piezas del marco
prueba de montaje sobre la estructura metálica
montaje en la iglesia